REFLEXIONES DE ÚLTIMA HORA

¡Hola de nuevo! Viendo como la parte genérica de este máster va terminando (música dramática), estos últimos días he estado reflexionando sobre lo que he aprendido, los profesores que he conocido y sobre todo el buen ambiente que ha habido en clase y la buena relación que he tenido y tengo con mis compañeros. El hecho de que nos hayan juntado a gente no solo de distintas especialidades sino también de distintas zonas del país ha sido muy enriquecedor, ya que no solo aprendes los diferentes puntos de vista que tiene cada uno sobre cualquier tema, sino también sus inquietudes, sus hobbies, sus manías y un largo sinfín de cosas.

A pesar de esa gran diversidad, hay una cosa que creo que nos une y es que en algún momento de nuestra vida nos ha llamado la atención la educación. Unos han elegido este máster por tener otra vía laboral a la que ya tienen y otros porque están decididos a ser profesores bien opositando o yendo a centros concertados o privados. A lo que voy es que cada uno quiere dar un sentido a su vida, ser felices y lograr tener éxito en lo que uno haga, por eso también me ha dado por pensar y me han venido a la cabeza varias preguntas como ¿qué es exactamente el éxito? ¿cómo se consigue? ¿merece la pena buscar la felicidad? ¿por qué hacerlo? (lo sé me he puesto demasiado filosófico, pero son momentos en los que mi cabeza le da por pensar).

 

El modelo mental de la mayoría es que el éxito nos lleva a la felicidad, sin embargo, tras estar informándome un ratillo he visto como muchas investigaciones demuestran que la consecución de objetivos no nos lleva a la felicidad integral duradera. Los estudios demuestran que cuando consigues un objetivo hay un pico en tus niveles de felicidad, pero pasado un tiempo vuelves a los mismos niveles de felicidad o infelicidad en los que estabas.

Entonces ¿cómo eres exitoso? Pues bien, al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, el éxito no te lleva a la felicidad, sino que la felicidad es la que te lleva al éxito. Luego el primer paso es encontrar esa felicidad, pero surge otra pregunta que parece sencilla, pero para mí no lo es tanto ¿cómo encuentro esa felicidad?

La verdad es que la felicidad es un concepto asociado a muchos aspectos de nuestra vida: ámbito laboral, ámbito estudiantil, ámbito social, ámbito familiar, ámbito personal, etc. Haciendo un símil, es como si quisiéramos realizar un postre riquísimo, pero para que quede bien hay que utilizar y emplear de manera adecuada todos los ingredientes de la receta. Pues bien, los ingredientes serían cada uno de los ámbitos en los que nos movemos en nuestro día a día y los pasos para elaborar ese postre, desde mi humilde opinión, serían:

1. Llegar a una meta:  plantearnos objetivos en nuestra vida, sin que estos sean imposibles de cumplir. Estos objetivos no tienen por qué ser a largo plazo también están los del día a día que son más sencillos, pero no más importantes 

2. Disfrutar de las pequeñas cosas: fijarse en los pequeños detalles, disfrutar los pequeños logros, vivir el presente, etc.

3. Conocernos a nosotros mismos: dedicar un tiempo a pensar qué cosas nos producen felicidad para poder potenciar esos momentos. Ser creativo y activos a la hora de buscar sensaciones y actividades que nos hagan felices 

   4. Mente abierta y salir de la zona de confort: para tener una vida más llena es necesario experimentar nuevas sensaciones y no estar cómodo, haciendo siempre lo mismo.

Por lo tanto, a la conclusión que llego es que la felicidad no es un momento, sino es más bien una actitud. Y esa actitud que tengas hacia la vida es la que va a determinar tu éxito, luego en mi opinión merece mucho la pena luchar por ella. A veces esa lucha puede ser dura ya que todos tenemos días malos en los que nos pasan cosas tristes y que nos desmotivan, pero para mí el superar esos momentos e intentar ser felices es lo que creo que da sentido a la vida.

Con esta última reflexión era con la que quería terminar mi última entrada de blog, aunque para ser sinceros me ha gustado esto de escribir, así que probablemente me haga uno más personal. Agradezco el haber compartido esta breve etapa con todos vosotros y espero que seáis felices y tengáis éxito en aquello que os propongáis. Me despido con una frase de Nicholas Sparks:

“Esto no es un adiós, sino un gracias”

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